La madera contrachapada es una madera de ingeniería formada por la Unión de láminas delgadas llamadas contrachapado o laminados. Cada capa suele estar en ángulo recto con las capas adyacentes, formando un material compuesto sólido y estable.
El proceso de fabricación de contrachapado incluye varios pasos:
Preparación de chapa: pelar o cortar los troncos en rodajas para hacer chapa delgada. Las pegatinas suelen tener aproximadamente 1 / 8 pulgadas (3 mm) de espesor.
Clasificación y secado: las placas individuales se clasifican en función de su calidad y contenido de agua. Luego se seca para reducir el contenido de agua y garantizar la estabilidad.
Pegado: chapa recubierta con un adhesivo, generalmente una resina, y luego apilada. El adhesivo une las capas de la chapa.
Supresión: las placas apiladas soportan alta presión y alta temperatura en la prensa hidráulica. Este proceso garantiza una fuerte unión entre las capas de la chapa y solidifica el adhesivo.
Poda y retoque: los paneles de madera contrachapada se recortan a las dimensiones y formas necesarias. También pueden someterse a procesos adicionales de acabado, como lijar o aplicar una capa protectora.
La madera contrachapada tiene varias ventajas sobre la madera maciza, incluyendo:
Resistencia y estabilidad: la estructura laminada cruzada de la madera contrachapada le da resistencia y estabilidad y no es fácil de deformar, distorsionar o agrietar en comparación con la madera maciza.
Uso: la madera contrachapada tiene varios espesores, tamaños y grados, y es adecuada para diversas aplicaciones.
Rentabilidad: la madera contrachapada suele ser más rentable que la madera maciza y es una opción popular en proyectos de construcción y carpintería.
Consistencia: la madera contrachapada se fabrica en un entorno controlado, lo que garantiza la consistencia de la calidad y el rendimiento de los paneles.
La madera contrachapada se utiliza en muchas aplicaciones, incluyendo construcción, fabricación de muebles, armarios, suelos, envases, etc. Su versatilidad y resistencia lo convierten en un material ampliamente utilizado en entornos residenciales y comerciales.
Al evaluar la calidad de la madera contrachapada, hay varios indicadores clave que deben tenerse en cuenta. Estos indicadores ayudan a evaluar la integridad estructural, la durabilidad y la idoneidad de la madera contrachapada. Los siguientes son algunos indicadores de calidad importantes:
Grado: la madera contrachapada generalmente se clasifica en función de su uso y calidad esperados. Existen diferentes sistemas de clasificación según la región o el país, como el sistema internacional de clasificación de contrachapado de madera dura (hpva) o la norma británica (bs 1088). La madera contrachapada de mayor grado tiende a tener menos defectos y una mejor calidad general.
Número de contrachapados: el número de capas de contrachapado afectará su resistencia y estabilidad. Cuanto mayor sea el número de capas, más fuerte será la madera contrachapada. El número común de capas de cortina incluye 3, 5, 7 y capas de cortina más altas.
Tolerancia al grosor: la madera contrachapada debe tener un grosor consistente en todo el panel. Los cambios en el grosor pueden afectar su rendimiento y hacer que la instalación sea desafiante. Comprobar si hay alguna desviación importante del grosor prescrito.
Calidad de la chapa: comprobar la calidad de la chapa utilizada en la madera contrachapada. Busque superficies lisas, huecos mínimos o superposiciones entre capas de chapa y ausencia de defectos importantes como nudos, huecos o grietas. La madera contrachapada de alta calidad ayuda a la resistencia general y la estética de la madera contrachapada.
Resistencia a la adherencia: el adhesivo utilizado para adherirse a la capa de chapa debe ser resistente y duradero. Buscando contrachapado con adherencia confiable y sin signos de estratificación o separación entre capas.
Humedad: si la humedad es importante para su aplicación esperada, considere contrachapado con propiedades adecuadas a la humedad. Esto puede incluir la selección de contrachapados de grado exterior o naval tratados o fabricados con adhesivos impermeables.
Liberación de formaldehído: la madera contrachapada puede liberar formaldehído, que es un compuesto potencialmente dañino. Busque madera contrachapada que cumpla con estándares reconocidos de emisiones bajas de formaldehído, como CARB Phase 2 (california Air Resources board) o E0 / e1.
Certificación: buscando madera contrachapada certificada o estándar de una organización de buena reputación. Estas certificaciones, como la del Consejo de gestión forestal (fsc) o la iniciativa forestal sostenible (sfi), indican que la madera contrachapada proviene de una gestión responsable y fuentes sostenibles.
Cabe señalar que los indicadores de calidad pueden variar según la aplicación específica y las normas regionales. Consultar a profesionales de la industria o referirse a códigos y regulaciones de construcción locales puede proporcionar más orientación para sus necesidades específicas para elegir contrachapado de calidad adecuada.